El vino rosado surge como complemento en el espacio entre el vino tinto y el blanco. Pero no debemos olvidar que este tipo de vino tiene personalidad propia. Se caracteriza por sabores destacados a frutas, flores, cítricos o melón, a los que se suman agradables aromas de hierbas verdes frescas. Naturalmente, dependiendo del tipo de uva elegido, el vino rosado puede adquirir una rica variedad de sabores.
No puedes escapar de vino rosado, está en todas partes… bares, restaurantes, bistrós, terrazas de verano o fiestas en el jardín: el «rosa» vuelve a ser el color estrella. Y es fácil ver por qué: si está buscando una bebida que sea una alternativa más ligera y amigable al vino tinto, es difícil evitar el rosado en esta época del año. Pero, ¿cómo se hace este vino? Existe la suposición común de que es simplemente una mezcla entre vino blanco y tinto al presionar uvas blancas y rojas juntas. Pero ese no es exactamente el caso, de hecho, los enólogos no pueden hacer esto, no si quieren que el producto final se embotelle como vino rosado.
Vino rosado: rompiendo mitos
Es una sorpresa para muchos saber que el vino rosado en realidad se elabora con las mismas uvas negras que forman el vino tinto. Estas uvas casi siempre tienen un jugo ligeramente transparente e incoloro, por lo que surge la pregunta obvia: ¿De dónde viene ese rojo brillante? Bueno, esa pregunta es fácil de responder porque los pigmentos se liberan de la piel de las uvas, no de su jugo. Cuando el jugo toma un ligero tono rojo, se prensa y se traslada a otro recipiente donde continúa su fermentación sin los hollejos; eventualmente será embotellado como vino rosado. Así que, estrictamente hablando, los vinos rosados son vinos tintos fermentados por un corto tiempo junto con pieles de uva.
¿Con qué alimentos acompaña el vino rosado?
# la carne de pavo combina con las tres declinaciones de vino: tinto, blanco y rosado;
# los mariscos, como el pescado, van bien con los vinos blancos pero también con los rosados;
# sushi, mariscos: estos platos nos hacen pensar en el mar y la relajación, y la experiencia es mucho más fácil de imaginar si combinamos vinos blancos secos o rosados que susurran enigmáticamente distinguidos aromas;
# pechuga de pato ahumada – la carne de pato, como el pavo, permite una universalidad de opciones – puede elegir cualquier vino seco – tinto, blanco o rosado;
# panqueques – vino blanco dulce o rosado;
# baklava – vino blanco dulce o rosado.
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